Mis heroínas
- Anto
- 5 oct 2017
- 2 Min. de lectura
En 10 días se celebra en Argentina el día de la madre, y decidí anticiparme un poco al saludo para evitar atascarles su feed a medida que se acerque este día. El 2017 va a quedar en mi memoria como un año lleno de vida. Mi hermana más grande trajo a nuestra familia a la primera nena y cinco de mis amigas más cercanas fueron mamás. Este día de la madre mi homenaje es para mis hermanas y amigas. Una que dejó de comer lácteos de un día para el otro porque su bebito tiene tremenda alergia y le llegaban a través de la teta. Otra que tuvo a su segunda hija un año y tres meses después que la primera, con un marido que viaja mucho por trabajo y siempre con la mejor onda; aunque no pueda convencerla que venga a pasar los fines de semana conmigo al club. Otra que apostó a ser mamá nuevamente después de la peor pérdida y la vida la recompensó con un bebote hermoso. Otra que luchó contra los prejuicios -más de los de afuera que propios- de no poder darle más la teta a su beba y se dio cuenta que lo único que los bebitos necesitan es amor, sin importar si ese amor viene de la teta o de mamadera. Otra que perdió a su mamá y a los 30 minutos de enterarse tomó un avión desde Italia con la menor de sus tres hijos para poder estar acá. Otras (varias) lidiando con los berrinches/reclamos de los hijos mayores frente a la llegada de sus hermanitos. Otras con hijos que van creciendo y confirman el viejo adagio de “Hijos chicos, problemas chicos; hijos grandes, problemas grandes”. En esta época de hiperconectividad rescato poder chatear todos los días con mi grupo de amigas, cinco en Argentina, una en Estados Unidos y otra en Italia. En momentos en los que salir a cenar y hablar tranquilas es complicado, poder charlar de lo que nos pasa vía Whatsapp es la segunda mejor opción. Mi saludo este día es para todas las mamuchas que me leen. Tener hijos es la tarea más difícil del mundo, la más agotadora y la más recompensante. Basta de mirar a los costados y escuchar opinólogos que nada saben de nuestros hijos. Nadie puede equivocarse criando desde el amor y no existe cosa tal como sobredosis de amor. Más amor siempre, siempre, siempre es mejor.

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