Día del niño
- Anto
- 9 nov 2017
- 2 Min. de lectura

Hace unos meses escribía lo que sigue a continuación para el día del niño. Mañana vamos con Andy a ver a Greenday tocar en Vélez. El mismo estadio donde vi mi primer recital, Roxette (no vale burlarse). ¡Emocionada es poco! Ojalá pueda disfrutarlo un quinto de lo que vamos a disfrutar con mi marido verlo a él❤️➡️➡️#TBT//////Hace más de 20 años leí "Historias de cronopios y famas" de Julio Cortázar. Me acuerdo que "Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj" me dejó pensando un buen tiempo (cuac😉). Este domingo festejamos el Día del Niño en Argentina y al momento de decidir qué regalarles elegimos que sean experiencias. Al mayor lo vamos a llevar a la cancha, al mediano a ver su primer recital de rock y al chiquito una visita al kiosco (A los que los conocen, no les digan nada así no nos arruinan la sorpresa!😂). Como en todos los días importantes, claro que no me pude contener y les compré un libro a cada uno, porque ante todo, #ñoña, pero queríamos regalarles algo que los apasione, sea el fútbol, la música, o en el caso del chiquito, el kiosco. Y pensando en esto es como volví a pensar en Cortázar. Los regalados no van a ser ellos, sino nosotros, vamos a recibir el regalo de estar con ellos cuando entre a la cancha su equipo, cuando vea un pogo en vivo por primera vez en su vida o cuando le digamos "Elegí la golo que más te guste". Les estamos dando la más linda anécdota que mañana ellos le van a contar a sus hijos, les estamos dando nuestro tiempo y compañía; pero somos nosotros los regalados: nos estamos regalando la emoción de hacerle realidad los sueños de nuestros hijos.
Comments